En su vuelo alarmado
rasante sobre la chépica y los manzanos
cuando llega alguien por la diagonal
reconozco el canto de mis pensamientos
a mi mujer en los cuerpos de agua
un día una
tarde remota
al perseguirlos no escaparon
haciéndome uno más de sí
su enfático alertar
invasiones acechanzas autos rajados
la galanura sin aspavientos
su andar volante en pareja sin enredos
su caminar apurando el paso
preparado el despegue o la caza
de lombrices del barro y aterrizar en círculos
como midiéndolo todo
Se da, como las plantas indígenas se da
dijo Mistral/ que veía ácidos y persecutorios
cuellos tensos lanzados como la flecha del indio
Nada como su grito marcó la noche
Tero, Treile, Teruteru, Tregle
Queltehue,
(poema del libro inédito Barro)